lunes, 7 de junio de 2010

El rincón de la vida

Las 7'00, suena una canción... un ratito más en la cama! 7'15...7'30.... ahora sí! Me gusta el sabor de las galletas mojadas en leche caliente,tan caliente que casí arde. Acompañado siempre de un frío zumo de naranja.Es el mejor momento. Las 7'50! a la ducha, no hay nada que siente mejor... me gusta ir a trabajar con colores alegres,no sé si realmente influye en algo o no, pero si voy a atender a gente con vidas "sin luz",ir de negro o cualquier otro color oscuro daría un toque más de tristeza...pequeñas manías.
La tarjeta,el móvil,las llaves, la libreta (o Diario de Campo)... de camino a la parada la música a tope..según la canción, mi día empezaría de una manera u otra...comprobado. Recuerdo aquellos hermanos pequeños,esperaban su autobús,él siempre llegaba cantando y saludándonos a todos los que esperábamos,ojos azules y piel clarita, como su hermana. Vestía con su uniforme,sus medias verdes hasta las rodillas,hiciese el frío que hiciese (nunca entendí esas normas). Cuando ellos se iban sabía que el 5 estaba a punto de llegar.... tras las paradas de Juan Florez,dónde se subían esos chicos universitarios que siempre hablaban de exámenes,de salir,de este profesor,del otro... llegábamos a San Pedro de Mezonzo, dónde se subía un niño gordito, un gamberrillo que hacía que tocaba la trompeta, o que tarareaba el "chu-cu-chu" del tren... era un bichillo que cuando le acompañaba su madre,se abrazaba a ella y no necesitaba cantar,ni gritar,ni llorar...
sólo sentir ese momento. Todavía se me escapa una sonrisilla recordándole.
Mi parada! corría hacia el centro por la parte de atrás,sabía que seguramente Smara me estuviese viendo desde la ventana,siempre llegaba apurada. "Holaa!Qué tal?" le decía cada mañana al entrar en el despacho, entonces nos sentábamos y mirábamos quiénes tenían cita hoy... cuantos más atendiese yo mejor!
Todavía recuerdo la primera cita que vi, cómo veía las cosas esos primeros días y cómo las veo ahora. Todavía recuerdo la inseguridad de no estar a la altura de lo que los usuarios necesitaban o esperaban de mi, lo complicado que veía diferenciar las emergencias de la xunta y el ayuntamiento...lo complicado que me parecía las ayudas a domicilio del ayto y las de dependencia... había miles de recursos (o eso pensaba) que se me escapaban de las manos. Recuerdo aquel señor que "sudaba de la impotencia por tanta explicación",el mismo que cenó con Carolina Herrera, el mismo que un día te gritaba y después te decía "perdón mi neniña"... , recuerdo aquel niño que estaba perdido en su vida, estábamos en un despacho de su instituto, hablamos de amigos,de la vida,del futuro,de las esperanzas,de la oportunidad qué teníamos de ser quién queramos ser...me encantó. Recuerdo al que decía ser el líder de los gitanos, tan sólo 5 minutos para venderte su cultura, "un hombre de muchos contactos",como el decía, pero con tanto genio, que sus broncas con Smara llegaron a ser un pasatiempo para mi. Recuerdo también al negrito encantador que un día vino enfadado,recuerdo cómo trató a aquella gitana,mujer que en ese instante me robó el corazón.Cómo podía ser que una señora como ella,con una movilidad tan reducida,sacase su vida adelante sola, aguantase las palizas y el carácter de su marido, cuidase de un niño con el Síndrome de West y de 6 hijos más,ella,con manos en forma de garras, era todo un ejemplo de superación.Y su niña,"Mi Gitana"...era uno de los momentos más felices,sentarme a su lado y buscar respuestas a preguntas, sonreir mientras borraba toda una palabra porque le faltaba una letra al final, "Esque así aprendo más", recuerdo cuando se me dormía o era incapaz de atender por culpa de las demás.. las conversaciones con ella me encantaban, estaba completamente enamorada, cuantás sonrisas me regalaba, y cuántas veces sonreía yo en silencio mientras la observaba... Recuerdo aquel día que me acompaño por el camino, cómo me contaba los secretos de su cultura, los entresijos de su familia,de su historia... Nada importaba más que ese momento.
Recuerdo también el día con las demás mujeres gitanas, dedicamos la clase entera a preguntarles miles de curiosidades que tenía yo por sus tradiciones, ellas estaban como niñas explicándome y contándome cada detalle...un intercambio de valores y pensamientos increíble.
Recuerdo el día que aquella mujer que había venido tantas veces salió llorando tanto del despacho... cómo dolía a veces este trabajo.
Y fueron tantos los casos,tantas las personas que llenaban de lágrimas esas cuatro paredes,y fue tanto el esfuerzo por hacerles sonreir,aunque fuese por un instante... Pero tan sólo por ese momento valía la pena estar ahí sentada.
He conocido vidas que no podía imaginarme que existieran, situaciones que parecen insostenibles, imposibles de soportar, he visto sonrisas en los más necesitados, he visto vidas que cambiaron en 180º para desvanecerse. He visto personas sin salida a las que no se les quitaba la sonrisa...
Cuánto he aprendido de cada uno de ellos.
Y no olvidaré tampoco a Carlos, a su lado era imposible trabajar, se pasaban las horas hablando de experiencias,de viajes...pero también era el primero que se sentaba a mi lado y me ayudaba con la memoria!
La carita de Paloma,tan inocente y feliz... Y a mi granadina! qué digo! de Salobreña! cómo me gustaba escuchar sus historias,que me llamase "mi niña" o "mi negra", que me hablase de Su niño,y me sintiese como una sureña..
Es tanto todo lo que he aprendido,todo lo que me ha aportado,todo aquello que he vivido en estos 4 meses..
Experiencias que te llenan de vida.
Experiencias que no quieres que acaben nunca.
Experiencias que te hacen olvidar tu vida por un momento,y valorarla después.
Experiencia que hoy llega a su fin.

1 comentario:

  1. La experencia no termina, se acumula.
    Por eso dicen que es un grado.




    Salud!!

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