Es difícil escribir cuando no estas seguro de lo qué contar,cuando el mundo sigue girando a pasos agigantados y tú te encuentras en un instante que parece eterno,parece que no acaba nunca,intentas aferrarte a un gesto,una mirada,una complicidad que te haga recordar tu camino,seguir a la velocidad establecida y no perder un segundo más esperando que pase algo,cuando sólo te pasa la vida.
Diría que después de esta semana, he aprendido a ser todavía más observadora. Escucho detenidamente cada palabra, sigo cada milímetro de piel trazado que recorren las lágrimas de quién llora, cuento las veces que suena el chasquido de sus dedos, el temblor de sus piernas y cada uno de sus movimientos. En silencio, siempre en silencio.
Cada mañana dejo parte de mi vida a un lado para ser quién tengo que ser en el sitio donde estoy, procuro olvidarme de aquello que me rodea y centrarme en ese momento, en el aquí y ahora. Pero las manecillas nunca dejan de correr, es entonces, cuando recogo el abrigo y enredo mis manos entre los hilos de la bufanda, cuando observo mi mundo,mi propia vida y quienes la forman girar. Y a veces siento que todo lo que yo creía tener se va desvaneciendo poco a poco, que quizás hayá que subirse al próximo tren sin echar la vista atrás, que cada uno va siguiendo su camino, unos te agarran más fuerte de la mano, otros comienza a soltarse. Me gusta pensar que cuando no logramos encontrar nuestros sueños, tenemos que seguir buscando, porque en algún lugar habrá lugar para ellos. Al fin y al cabo,son etapas de la vida. Recuerdo que este verano me encontré con una profesora, me hablaba del momento en qué termino la carrera, "la peor época de mi vida" decía.
Es una sensación de satisfacción, lo has conseguido, has alcanzado tu meta. Es una sensación de vacío, ¿y ahora,qué? . Ya no sirve mirar a los demás y planear, no, te encuentras tú y nadie más con miles de puertas que no quieres ver, no sabes dónde esta tu camino para seguir,dónde estan los que estuvieron y ahora parecen no estar, dónde tienes tus nuevos zapatos para echar a correr hacia cualquier dirección, no sabes dónde está cualquier dirección. Todo parece demoronarse.
Y tú,tú no te encuentras.
martes, 9 de marzo de 2010
viernes, 5 de marzo de 2010
Buscando un poco de color

Papeles.Tramitaciones.Solicitudes.Certificados.Firmas.Direcciones.
Apellidos.Nombres. Personas.
Ultimamente me he preguntado cuánto de humano tiene sentarse tras una mesa, escuchar con desgana , rellenar unos papeles y desentenderte. Quizás algún día sea así,quizás sólo sea la inocencia de quién empieza, la idealización de lo estudiado o quién sabe si una futura reivindicación o, quizás, una auténtica vocación.
Todas las mañanas me encuentro con palabras de desesperación, llantos desconsolados, punzadas que tejen vidas, pieles arrugadas de dolor, manos marcadas por el intento desquiciado de buscar un único suspiro de esperanza.
A veces me pregunto cuántas noches soñarían con una vida mejor, cuántas veces se imaginarían protagonistas de una vida sin deudas, de salir a tomar un café sin preocuparse de un euro con diez céntimos,comprarse el periódico y saber leerlo,un plato caliente de spaghettis recién hechos, unos hijos que puedan disfrutar de juguetes nuevos y crezcan envueltos en sonrisas,caricias... un diciembre sin preguntarse cómo será la navidad tras esas ventanas adornadas y llenas de luz. Pero es entonces cuando despiertan, y su realidad comienza a golpear ferozmente,comienza un día más la lucha por una vida digna.
Crecí pensando que siempre había un lugar para los sueños, tantas hojas en blanco como personas en el mundo, para que todos seamos libres de escribir nuestra propia historia,de vivir lo que soñamos.
Es entonces cuando de lejos,escucho su realidad.
[- ¿Qué escribes?
-Una carta a los reyes magos.
-¿Y qué les pones?
-Que nos devuelvan la vida. ]
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